sábado, 31 de mayo de 2008

¿Por qué la crítica se ubica en los extremos?

La crítica sobre el aborto se ha ubicado en los extremos

La crítica debe orientarse más hacia el punto medio. Han notado que cuando hacemos o escuchamos críticas, estas, casi siempre, mantienen puntos de vista desde los extremos.
Puedo mencionar un tema que está en las agendas diarias de los medios, el aborto.

El otro día Carlos Vera, le concedió a la asambleísta, Queirolo, una entrevista en la que esta persona criticaba los textos de educación sexual distribuidos por el Ministerio de Educación, que el mismo Vera se encargó de advertir que los criterios de la asambleista correspondían al más extremo “curuchupismo” (del Quichua conservador al extremo).

Basta una afirmación de Queirolo para coprobarlo “no le permitiría leer estos textos a mi hija adolescente (13 años) porque todavía no tiene porqué saber que existe la homosexualidad”. Vera le insistió que sí a los 15 años podrá saberlo. Queirolo no respondió.

El punto es que el tema vuelve, al día siguiente, a la agenda del noticiero estelar de ECUAVISA con una entrevista a un reconocido pediatra guayaquileño; quien inició su intervención con una advertencia: yo quiero dar mi criterio si apasionamientos ni a favor ni en contra del aborto. Su explicación fue, que toda la literatura revisada en sus 30 años y más de profesión médica y como docente universitario en Medicina ha conocido que se denomina aborto, a la terminación del embarazo antes de las 20 semanas.
Claro, a Vera no le gustan los entrevistados que contradicen lo que él ha asumido como verdad absoluta, refutó afirmando que ha escuchado a otro médico hablar de 10 semanas.
Además, en su afán de amonestar y contradecir al Ministro de Educación aseguró estar de acuerdo con aquel criterio que defiende “la vida desde la concepción”. Esa, parece ser, la posición más cómoda para quienes suelen hacer cálculos de popularidad (presentadores de televisión y políticos); pues, se le ha escuchado también mencionar al propio presidente Correa.

Estar a favor o en contra del aborto. En esa posición extrema adoptada por los políticos y algunos medios de comunicación, deja en el término medio a miles de adolescentes en una incertidumbre y en una indefinición mayor a la que puedan tener sobre cómo vivir su sexualidad y su misma existencia.