sábado, 11 de diciembre de 2010

La degradación del oficio y la decadencia de los medios privados

La degradación del oficio y la decadencia de los medios privados

En los últimos tiempos asistimos a la degradación del oficio del periodista. La frase, aunque no es reproducción literal, fue pronunciada por Ignacio Ramonet, el director de Le Monde Diplomatique, que fue convocado a CIESPAL para hablar de los nuevos retos y nuevas formas de hacer periodismo en la red de Internet; y a la Tv Pública para conversar del periodismo, el desempeño que ocupa el tiempo del intelectual español que vive en Francia.
La degradación del oficio puede ser vista desde varias perspectivas: la de los contenidos sensacionalistas y de bajo nivel intelectual que inunda tanto los medios calientes y fríos. La de aquellos mensajes que solo buscan la espectacularidad y el escándalo y el drama humano, pero y, también, la degradación es resultado de la falta de dignidad en el trato al periodista, a los bajos salarios y los excesos de presión e intereses en las salas de redacción.
El análisis del intelectual apuntó a unos signos de decadencia de los grandes medios de comunicación, que han fijado sus ingresos en la libre empresa y las leyes del mercado. Por extensión podría advertirse que también la problemática alcanza a los medianos y pequeños, que siguen la misma lógica del comercio de noticias en sociedades de consumo. En las cuales hay una relación directa entre libertad de expresión y de prensa con la libertad de empresa y la propiedad privada de los medios de comunicación.
Como Ramonet, ya otros intelectuales, académicos y personas con criterio han advertido que con la abundancia de información en la red y sus medios emergentes; los periodistas y medios tradicionales han perdido el patrimonio y la propiedad de la información. Y a esa pérdida hay que sumar el surgimiento, en Ecuador, reciente de la aparición de los medios públicos. Sean estos medios públicos “gubernamentales o estatales”, llegaron apara quedarse porque ya no responden a la lógica del mercado y al juego de intereses entre anunciantes y propietarios de medios.
La degradación del oficio de informar; la decadencia de los medios tradicionales enfrenta retos que ya impulsaron procesos de cambio en los medios que lo percibieron primero y ya hace 20 años. Se crearon y fortalecieron las salas de redacción y se perfiló la mirada a los ciudadanos para delinear las agendas propias. Sin embargo, al empeño sigue pendiente lo que es ventaja en la red de Internet: la posibilidad de interactuar y pasar de informar a comunicar.
Esa condición que va más allá del retorno; a una participación activa de los usuarios de los medios solo será posible con un mayor compromiso ciudadano en la constitución de observatorios críticos de medios y del desempeño de periodistas. Los medios públicos, recién creados en Ecuador, podrían alcanzar mayor penetración en públicos desencantados de lo que ofrecen los medios privados. Y ese solo será el primer paso.