Los ojos de Carla Bruni y las piernas de Nadal
A los presentadores de televisión la inauguración de los Juegos Olímpicos les tomó por sorpresa y los televidentes se dieron cuenta.
No pudo ser más evidente la improvisación en Ecuavisa, que a pesar de estar habituados a despertar temprano y presentar las noticias desde las 6H55, para las 7h00, cuando la cuenta regresiva en el estadio de Beijíng ya había iniciado, de lo único que se les ocurrió hablar fue del hambre que sentían por un “chaulafán”. Y sin antes de haber trabajado siquiera en la preparación de un guión.
Lo que siguió fue una improvisación total. María Teresa Guerrero confundió un canto inicial con el himno nacional de China, y en su empeño por hablar, lo que se le ocurría, impedía disfrutar del sonido ambiental. Por su parte Carlos Vera, apelaba a cubrir con bromas su desconocimiento de la programación, y ninguno de los presentadores parecía interesado en seguir la reseña de la programación, que, al parecer, no tuvieron tiempo de traducir del inglés.
Los dos deportistas olímpicos invitados en Quito: (Rolando Vera participante en tres olimpiadas y Carmen Chalá, en dos) pasaron distantes y desapercibidos la mayor parte de la programación. No estaba previsto un plan para integrarlos al diálogo.
La transmisión siguió en esa suerte de descripción de las imágenes que ya todos los televidentes están mirando y una suma de apreciaciones e interpretaciones, muchas de las cuales ni siquiera correspondían con la verdad y de otras tergiversadas con bromas de mal gusto, que los televidentes acuciosos se encargaron de criticar. Las alusiones de Vera a los ojos y voz de Carla Bruni, la modelo y actriz, esposa del presidente de Francia, fueron mencionadas hasta el hastío, al igual que los atractivos físicos y las piernas del tenista español Rafael Nadal.
Mediante mensaje de celular un televidente hacía una justa petición: mayor información de la programación deportiva y sobre la participación de los deportistas ecuatorianos, las verdaderas estrellas del compromiso, quienes con talento y sacrificio han alcanzado la gloria de la participación olímpica.
No faltaron las dificultades de pronunciación de nombres en idiomas extranjeros y las comparaciones de parecidos físicos con personajes locales, dos malos hábitos adquiridos por los presentadores de televisión para esconder su desconocimiento, su falta de preparación y la improvisación con la cual afrontan las altas responsabilidades que exigen los compromisos que, como ellos han manifestado y magnificado con toda suerte de adjetivos superlativos, concita el interés de todos.
Otros comentarios en: http://lineaurbana.es.tl/Los-ojos-de-Carla-Bruni.htm
sábado, 9 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)