domingo, 14 de febrero de 2010

Los personajes de Oscar Wilde hablan del amor

Los personajes de Oscar Wilde hablan del amor

Cuando los personajes de Oscar Wilde hablan del amor lo hacen con un natural apego de este sentimiento con la vida. Y como la vida en los extremos de la ternura, la vitalidad, el sacrificio y la muerte.
Solamente la exposición de unas frases sueltas para halagar a aquellos espíritus todavía sensibles a las palabras y a los afectos y sensaciones que estas desencadenan.
Ruiseñor-. Realmente el amor es algo maravilloso: es más bello que las esmeraldas y más raro que los finos ópalos. Perlas y rubíes no pueden pagarlo porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor ni ponerlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro.
Golondrina -¡Qué hermosas son las estrellas - y qué poderosa es la fuerza del amor!
-Me da mucha alegría que partas por fin para Egipto, Golondrina -dijo el Príncipe-. Has permanecido aquí demasiado tiempo. Pero tienes que besarme en los labios porque te amo.
-Todo el lugar que amamos es para nosotros el mundo -dijo una rueda unida en otro tiempo a una vieja caja de pino y muy orgullosa de su corazón destrozado-; pero el amor no está de moda; los poetas lo han matado. Han escrito tanto sobre él, que nadie los cree ya, cosa que no me extraña. El verdadero amor sufre y calla... El romanticismo es algo del pasado.
-¡Qué estupidez! -exclamó la candela romana-. La novela no muere nunca. ¡Se parece a la luna: vive siempre! Realmente, los recién casados se aman tiernamente.