miércoles, 30 de noviembre de 2011

Periodismo de infiltración ¿un ejercicio honesto en los medios?

Periodismo de infiltración ¿un ejercicio honesto en los medios?

El ejercicio del periodismo exige, y cada vez con mayor urgencia, la aplicación de determinadas normas de comportamiento ético. Entre las responsabilidades que se le pide a un profesional de la comunicación, en los medios, es el acatamiento de valores que resultan intrínsecos a la labor.
También, conocido es que en su desempeño el periodista enfrenta situaciones de indagación que el poder, en cualquiera de sus formas y representaciones, pretende mantenerlas ocultas y no desea que se sepan.
La labor periodística, en rigor, es una actividad de investigación, sin embargo, se ha denominado Periodismo de Investigación a la especialidad que busca, precisamente, develar situaciones de corrupción de los órganos de poder. En esa búsqueda de profundidad de los temas, el periodista apela a estrategias de aproximación a las fuentes que le suministran información. Si bien, Pepe Rodríguez, autor del libro “Periodismo de Investigación”, convertido en referente de la especialidad en la formación de nuevos periodistas, asume que es posible suplantar identidades, infiltrar agentes (espías) y hasta pagar por información valiosa; bajo el argumento de que denunciar y poner en evidencia la corrupción vale la pena, sea cual fuere la estrategia para conseguir y alcanzar la verdad.
De otro lado, Javier Darío Restrepo, coautor del texto Ética para periodistas, con su esposa María Teresa Herrán, sostiene que el periodista debe salvaguardar valores éticos como la honestidad y la transparencia; principios que le impedirían apelar a suplantaciones de identidad, infiltraciones y, menos, recurrir a pagos por información valiosa.
Así, el escenario para el ejercicio del periodismo es polémico en cuanto a la posibilidad de concentrarse en conflictos de interés respecto al manejo y trato con las fuentes.
Otro tema y que también reviste importancia para el debate es el relacionado con aquella práctica, y muy frecuente en los medios. La de recurrir a información “filtrada”. Se refiere a informaciones que les llegan, sea al medio o al periodista, de personas interesadas en que se sepa o divulgue información que se considera valiosa. El ejemplo es la fuente denominada Garganta Profunda, por los periodistas del Washington Post, en el caso Watergate, que concluyó con la dimisión del presidente norteamericano Richard Nixon.
En apego al rigor investigativo solo se denominaría Periodismo de Investigación a toda actividad de búsqueda y pesquisa de información que el periodista efectúa por su propia cuenta y con sus propios recursos o los del medio; pues, las informaciones que le son facilitadas por fuentes interesadas, a veces, resentidas en el interior de instituciones y, otras tantas, obtenidas sin mayores consideraciones éticas ni morales, corresponderían a otra manera de ejercicio de la comunicación en los medios.
Así, podemos concluir que la información obtenida con los recursos de: “infiltración” y “filtradas” corresponden a situaciones que el periodista, en apego a consideraciones de principios éticos, morales y de transparencia, debe manejarlos con extremo cuidado.