miércoles, 10 de diciembre de 2008

AU D se encadena a Canal Uno por su dignidad

AU D se encadena a Canal Uno por su dignidad

La escena no podía ser más patética. El cantante AU D (Martín Galarza) se encadena a las puertas de un canal de televisión como una manifestación de rechazo a los programas sensacionalistas que irrumpieron en su vida privada, hicieron pública su intimidad y hasta inventaron y exageraron algunas historias que solamente ocurrieron en la imaginación de reporteros de farándula.
Patética también fue la reacción de los programas de escándalo que acudieron a la cita e hicieron transmisiones en vivo desde el mismo lugar en el cual el cantante había escogido para exponer su inconformidad y su impotencia.
Franqueado por los mismos reporteros quienes responsabilizaba de haber manchado su nombre, su trayectoria; de haber destruido su hogar, inventado historias inexistentes y extendido sus vilezas a su familia; AU D, declaraba a periodistas e televisión los motivos de su protesta.
La transmisión en vivo colocó a los presentadores de ridículo amarillista en situación de paladines de las libertades, en particular de la expresión. Alguien que funge de abogado del diablo, aseguraba que desde el mismo momento en que el cantante es figura pública se asumía perdidos sus derechos a la privacidad y al buen nombre. Y otra no menos justiciera de las libertades expuestas en la exhibición de sus voluptuosidades recomendaba al artista cambiar de profesión si pretendía no ser objeto del escándalo público.
Los esfuerzos del cantante en este acto en defensa de su dignidad eran mostrados como elementos en su contra. Sin duda los programas sensacionalistas ampliaron sus indicadores de sintonía y mantendrán el tema en sus siguientes exhibiciones del irrespeto a los valores.
Claro, no faltarán nuevamente quienes justifiquen el escarnio al que son sometidas las víctimas de turno de semejante programación truculenta, hedonista y miserable. Y lo harán alegando a los principios de las libertades. Sin alcanzar a dimensionar que la libertad es un valor supremo, ideal, pero de convivencia y respeto por el otro. Y no un instrumento de vejación en unos medios que en su mediocridad solamente atinan a la afrenta.

7 comentarios:

laclaus dijo...

Me parece inadudito que dos canales de televisión nacional dediquen 2 horas y más de su programación para dar rienda suelta a lo más bajo del mal llamado entretenimiento como son esos programas de farándula, porque no se les puede llamar periodismo, lo que ellos hacen carece de respeto por la dignidad humana y se alimenta de la denigración de la gente.

Me parece peor todavía que la gente vea ambos programas, esa es la respuesta de por qué siguen al aire, "porque hay gente que los ve", ya basta si todos cambiamos de canal o simplemente apagamos nuestros televisores de 2 a 4 y 30 de la tarde nos evitaremos el bochorno de este tipo de programas que solo ensucian la producción nacional.

No se puede permitir cualquier tipo de programas a costa de una supuesta defenza de la libertad de expresión. Recordemos que nosotros también somos libre de pedir algo mejor en la TV ecuatoriana y de aspirar a que nuestros hijos se entretengan con cosas menos noscivas.

wilson dijo...

John Dewey y Bertrand Russel son dos de los ideólogos de la educación herederos de la ilustración y el liberalismo. En sus reflexiones por separado tuvieron una coincidencia asombrosa. La educación de los hombres debe estar orientada al desarrollo de tres categorías: construcción de ciudadanía, libertad y creatividad.
La libertad es un estado natural de ser y sentirnos libres; sin embargo no deja de ser un principio ideal y abstracto; pero la ciudadanía marca el equilibrio, porque se refiere a la convivencia en y con los otros; y, finalmente, nada es posible sin esa búsqueda permanente de la creación. Para elevar la educación a las categorías que proponen los teóricos Dewey y Russel, se requiere talento, precisamente el que le falta a la televisión.

Fernando Ortiz dijo...

Comparto plenamente tu lectura del caso AU DI de esta semana. Salvo añadir dos criterios:
1.- Los llamados programas de “Farándula” tan en boga en la televisión nacional se ha concretado sobre al menos cinco 5 paradigmas –por ellos mismos inventados-: los “dueños de la verdad”, el “rol de justicieros”, de “investigadores”, fabricantes de “famosillos” y el de conceder o “dar cámaras”, en una suerte de puerta a la fama o de mantenerlos en el candelero de la comidilla nacional. (perdón por el abuso de las comillas son auto adjetivaciones recogidas)
Creo que no son ni tienen autoridad para nada de eso.
2.- Lamentablemente, es la propia comunidad de artistas y gente de medios Guayaquileña la que ha dado pie para que este tipo de programas alcancen tanta trascendencia en la televisión. Yo he llamado un proceso de peruanización de la televisión ecuatoriana. Son solamente burdas copias de programas fabricados en Perú (Beto Ortiz, “la chola del miércoles”, “Laura en America” y otras basuras televisadas, en donde lo grotesco, sexista, amarillista).
La ecuación: ser famoso –es decir, estar en estos espacios- es tener trabajo. Es someterse a esta condición perversa. Qué pena por AUDi quiere salir del juego generando conciencia pero manteniéndose en el mismo juego perverso, en los mismos espacios.
Los propios programas se encargaron de desnaturalizar la protesta, desvirtuándola.

Fernando Ortiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
wilson dijo...

Esta mañana he visto la entrevista que Carlos Vera hizo a AU D. Me pareció acertada la conclusión. Instituciones como La Defensoría del Pueblo, Derechos Humanos y el Conartel han visitado al artista. El acuardo es que el próximo lunes presentará AU D un reclamo formal, vía demanda.
Claro, estos programas incluyen entre sus presentadores a abogados, de esos del mismísimo diablo, que defienden lo indefendible en nombre de los derechos y las libertades que les asiste a la comunicación y la prensa. Sin embargo, considero, este caso será uno de los que mayor notoriedad alcanzará de los que ya antes se han presentado como reclamos legales por quienes se sienten ofendidos o afectados por estos programas sensacionalistas. Y, Sí, los programas harán apología del caso, una pena.

Boris Estebitan dijo...

Hola me llamo Boris, admiro mucho su manera de hacer periodismo, podria pasar por mi blog, tengo escritos y me gustaria contar con su opinion, me gusta mucho escribir, desde ya le deseo una Feliz Navidad y un prospero Año Nuevo que coseche muchos exitos.

wilson dijo...

Estimado Boris.

Gracias por su palabras, resultan una motivación.
Con mucho gusto visitaré su diario y estaremos en contacto para mantener unas largas y entretenidas conversaciones.