Anoche escuché tres lecciones sobre civismo
Nos enseñaron que civismo es el respeto a los símbolos de la patria. Esos son: el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional.
Confieso que tuve que recurrir al diccionario para cerciorarme del significado de civismo. Larousse, define a la palabra como: “Celo por las instituciones e intereses de la patria. 2. Calidad de buen ciudadano. 3. Calidad de cortés y educado”.
La primera lección, fue la de una persona que está enojada con la actitud del periodista Félix Narváez, a quien acusa de haber hecho pública su propia interpretación de los símbolos que la asambleísta, la cineasta Tania Hermida, hizo, en compañía de dos especialistas, de los cambios que se sugerían al Escudo Nacional.
Acusa a Narváez de errar al confundir un caracol con el espóndilus y los colores del arco iris con la bandera del movimiento político Pachakutik.
Una segunda lección, observa los cambios como un intento deliberado de desviar la atención, de los reales problemas de análisis de la Asamblea, y sustituirlos por algo etéreo y sin mayor importancia.
Atropello a la responsabilidad periodística o intencionalidad de distraer la atención de la opinión pública; una tercera lectura del tema lleva a pensar en un acto de llamar la atención y de provocar. Claro, dos estrategias que, muy bien, la cultivan quienes incursionan en la cinematografía.
Volviendo a las definiciones, allí algunas preguntas: ¿Hay intereses de la patria detrás de los símbolos colocados en los escudos?; ¿Está en duda la calidad de buenos ciudadanos de quienes proponen cambios de esos símbolos?, y, finalmente ¿Se puede ser cortés y educado al provocar la sensibilidad de la población con propuestas o interpretaciones que atañen a sus creencias y símbolos?
Siga lectura de tema relacionado en: http://lineaurbana.es.tl/Pol-e2-mica-por-el-Escudo.htm
sábado, 17 de mayo de 2008
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2 comentarios:
Los símbolos evocan (o intentan, o intentaban) expresar los elementos más representativos de un lugar. Lamentablemente esto se ha prestado a muchas tergiversaciones: Hay que tomar en cuenta que el contexto ha variado, desde 1900 hasta el año actual, 2009. La falta de acuerdos al respecto sólo revela otra falencia mucho mayor: la falta de un acuerdo nacional, para definir que tipo de país somos, y hacia donde queremos ir.
Interesante, David, la relación que tus palabras hacen de la necesidad de los símbolos, como elementos representativos de un lugar, con aquella necesidad de los acuerdos para sostenerlos. La convención es necesaria para afirmar los signos, y sin duda los signos son palabras que nos nombran e identifican. Es probable que se trate de un país indefinible, por vasto y diverso, multicultural y multiétnico, y, sobre todo, con un legado milenario de más e 15 mil años, en donde a palabras Ecuador, Quito, Cuenca, Guayaquil, Amazonas, Escudo, Bandera resultan insuficientes.
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