lunes, 18 de agosto de 2008

Quién incitó a la violencia en la U. Católica

Quién incitó a la violencia en la U. Católica

“Nadie podrá incitar a la violencia, al odio a la intolerancia, política, racial, ideológica, religiosa, etc., etc.” Principio y ley contenidos en los textos de la Constitución del 98 y del proyecto actual y en todas las declaraciones de garantías y leyes de convivencia civilizada del mundo. Claro, so pena de recibir castigo ejemplar y hasta privación de la libertad en caso de incumplimiento.
Quién provocó e incitó a los hechos de violencia en los predios de la Universidad Católica de Guayaquil. Entre el sábado y la mañana de hoy los espacios de noticias han insistido más en los pormenores, descripciones y detalles de las agresiones; que en indagar sobre las responsabilidades en la provocación de las agresiones.
Es una provocación organizar la cadena radial de los sábados en el interior de un recinto universitario en donde se sabe que existen posiciones divergentes, antagónicas respecto al texto constitucional. Aún más tratándose de una casa de estudios ubicada en la ciudad de Guayaquil, en donde se ha posicionado el descontento por la propia naturaleza de la oposición fraguada, buscada y deliberadamente construida por el propio régimen. ¿No es acaso una provocación insinuar que en el interior de un universo tan amplio que implica la población estudiantil existe unanimidad de criterios y respaldo a la tesis del gobierno.?
Desde luego el gobierno ha pretendido un golpe mediático en el seno de una universidad y católica, que además, en su momento fue el centro de estudios del presidente Rafael Correa, y sin duda, consigue el golpe que, además, ya lo había pronosticado una semana antes, al asegurar que se preparan manifestaciones con muertos y heridos.
Como buen pregonero del caos, el régimen consiguió el albotoro pero olvidó que la incitación constituye delito. “Bueno, aquí son 400 y afuera son 50; así que chicos encárguense ustedes mismo de poner las cosas…” se parece mucho a una incitación a la violencia.
Así como, desde luego, resulta una provocación concentrarse a las afueras de un foro a dar gritos de descontento. Y es, y sin ninguna duda, ejecutar violencia el arremeter con gases lacrimógenos, toletes, y golpes contra los estudiantes, por parte de las fuerzas de seguridad y la policía.
Los hechos de violencia son absolutamente pesquisables y de oficio, y también la identificación de los incitadores. Y, con mayor razón cuando se anuncia que este es solo el inicio, pues hay que ponerle fin.

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